Cuando nos encontramos en la búsqueda de cambios en la vida, esperamos tener efecto rápidamente. Como si aquello se tratara de algo mágico, que surge con el pensamiento. Creemos que podemos cambiar de un día al otro, sin esfuerzo, pero como eso no sucede y no tenemos paciencia, abandonamos la iniciativa.
Esta problemática ha afectado y afecta actualmente a muchísimas
personas alrededor del mundo. Por diferentes razones y múltiples factores todos
llegamos, en algún momento, al límite de soportar lo que vivimos día a día.
Todos nos detenemos un minuto y nos decimos: necesito cambiar esto en mi vida.
Seguramente ahora estés pensando en eso que te gustaría cambiar,
en lo que desearías fuera distinto o en lo que te gustaría ser. Quizá también
estés pensando, ¿Cómo proponerme hacer un cambio y no fracasar en el intento?
A continuación, voy a contarte como el minimalismo y sus principios
básicos pueden ayudarte a transformar tu vida paso a paso.
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Lo principal es proponerse metas pequeñas y precisas; para
asegurarnos de que lo vamos a hacer y que tendremos éxito.
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Lo siguiente es estar convencido, mentalizarse de que el cambio
que me he propuesto lo necesito hacer; es importante tener la seguridad de que
ese cambio me será beneficioso.
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Luego es hacerlo en el momento justo y preciso; tomarse el
tiempo para hacer las cosas es importante porque lo hacemos con voluntad y a
conciencia.
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Después nos toca adaptarnos al cambio que nos introducimos,
independientemente de cual sea el cambio, lo importante es estar satisfecho
porque lo hiciste; aquí es donde debemos olvidar todo tipo de sentimiento de
melancolía o apego.
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Al final solo nos resta ser pacientes y esperar a que ese cambio
tome efecto en nuestra vida, como se dice “todo cambio trae cosas buenas y
mejores”, solo es cuestión de esperar y aceptar lo que vendrá.
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